miércoles, 1 de noviembre de 2006

Exito

Por fin hemos arrancado. La primera fase del proyecto ya está acabada. Bueno, eso es un decir, porque se ha puesto en marcha lo mínimo imprescindible para poder operar, ahora quedan todas las incidencias y el resto de cosas que nos hemos dejado para poder arrancar cuando el cliente quería.

Me resulta curioso que el propio cliente haya querido arrancar con la aplicación bajo mínimos y fallando más que una escopeta de feria.

Días antes, en una reunión/monólogo, el máximo responsable de informática del banco nos dijo que sabía que la aplicación no estaba bien pero que había que arrancar como fuera porque había dado su palabra a los socios y que se jugaba el puesto de trabajo. Personalmente, como subcontrado que soy y, por lo tanto, jugándome el puesto de trabajo cada los días, el que él pueda perder su trabajo, hablado rápido y mal, me la trae floja. Si pretendía darme pena, pues va a ser que no, majete.

Otra cosa que nos impactó bastante a los oyentes/obreros de la tecla allí presentes, fue la promesa de que obtendríamos mucho éxito con la puesta en marcha de la aplicación. Yo he estado buscando alguna receta para cocinar un cuarto y mitad de éxito obtenido, pero no encuentro ninguna. ¿No hubiera sido mejor que nos pagaran (con dinero o vacaciones) las horas extras que hemos hecho para sacar adelante el proyecto?

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