No tengo tiempo
Ultimamente no escribo en el blog, principalmente por falta de tiempo. En el curro estamos de arranque, bueno la verdad es que se acaba de retrasar por segunda vez y los gerentes están muy preocupados porque el consejero delegado tuvo que ir a decírselo al presidente. ¿Se lo diría antes o después de invitarle a comer en un restaurante de lujo?
El caso es que cuando llegan estos periodos, en los que te prometen que durará poco (un par de semanas en este caso) los fenómenos paranormales se multiplican.
Los programas que no fallaban, de repente fallan, y tras perder un día buscando el error, y no encontrarlo, vuelven a funcionar bien.
Aparecen tareas nuevas, los últimos caprichos que se le han ocurrido al usuario, además de dedicarte a arreglar las incidencias que van saliendo.
El analista que lleva todo el proyecto sacando pecho diciendo que él no piensa tocar ni un punto de un programa, lo ves ahí, como un campeón, haciendo la ñapa de turno para que el programa funcione.
El gerente pide explicaciones a los programadores. ¡Para que le haces perder el tiempo al chaval sino sabes de qué habla!
El lenguaje cambia, se endurece. Al principio era "el usuario", luego "el tarao ese" y ahora es "el hijo de puta".
El usuario se cuelga de tu hombre, cual loro de pirata, diciendo lo que tienes que hacer y como hacerlo, mientras tratas de satisfacer su última ocurrencia. Además tienes que aguantar que te diga que lo que haces es una mierda, y que eres medio inútil por no saber leerle el pensamiento.
En fin, que ya llevo un mes de pre-arranque, me queda otro como mínimo y luego el post-arranque, que según el gestor no durará más de un par de días.
1 comentario:
Ánimo. Que tras la tormenta viene la calma.
Muy bueno eso de que el lenguaje se endurece.
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